El primer proceso es el del ordeño de nuestras vacas, cabras y ovejas. Una vez obtenida la materia prima para hacer nuestros quesos, se calienta a unos 25º y se le añade el cuajo. Tarda alrededor de una hora y media en cuajar, removiendo para que salga el suero de la leche. Una vez desuerado, se mete en los moldes, y aquí permanecerá dos días. En los siguientes dos días se sala cada queso. Luego pasa a una sala de oreo. El tiempo que pasa el queso en la quesería es de unos 20 días. Luego se traslada a las cuevas naturales de roca caliza, donde se encuentra el hongo penicillium, que lo fermenta. En la cueva, a unas temperaturas óptimas de humedad y temperatura , crece ese hongo y es el que le da el color y el sabor tan peculiar.